domingo, 14 de octubre de 2012

El corte Inglés,cunde el pesimismo.

El grupo tal y como lo conocemos, no traspasará el umbral del 2020. Empieza a ser vox populi  que los errores cometidos por nuestra dirección, empiezan, mejor, ya están pasando factura a los resultados del grupo, con una virulencia que no va a poder soportar. Despidos, renegociación de créditos, (¡¡impensable hace tan solo 3 años en el grupo!!), lineas de descuento en entidades financieras cada vez más cortas, (ya no se fían de la liquidez de ECI), etc. etc. etc. Todo ello por no hablar de la desesperada huida hacia ninguna parte, (Bricor en los CC.CC. del dentro de las ciudades, compra en China de un porcentaje altísimo de los productos en lineal, explotaciones directas por doquier, búsqueda de competitividad a costa de empeorar servicios, etc, etc.).
Mientras el mercado crecía y crecía, la competencia prácticamente no existía, y los dirigentes eran jóvenes y llenos de energía, todos los muchos y gravísimos errores que se cometían, quedaban tapados y olvidados por las ingentes montañas de dinero que se ganaba. Ahora, con años ya de competencia seria, un mercado maduro con tasas de crecimiento muy inferiores, y una cultura comercial muy superior a la de entonces entre los consumidores Españoles, todas aquellas estructuras y sistemas, simplemente, no valen. Se desmoronan como castillo de naipes.
Los enchufes,  líos  la provisionalidad de muchas decisiones, la falta de transparencia para decir las cosas como son, las desproporciones salariales, (sería bueno conocer el índice de Griffin al respecto, pero creo que debe estar en el entorno de 8, es decir un 20% del personal, directivo por supuesto, acumulaba el 80% de las retribuciones.....), ha acabado con el mayor capital que tenía el grupo: SU PERSONAL. La motivación y vinculación que nos unía a un proyecto en el que creíamos.
Ahora ya no. Hace tiempo que eso acabó, y aflora lo peor de nosotros mismos, la dejadez, el desánimo, el rechazo............. y el miedo. Los personajillos que seguro todos conocéis, en sus reinos de taifas, han acabado con una empresa paradigma entre las empresas, admirada y respetada. Y es inevitable. Cada jefe o jefezuelo, con tal de hacer "su carrera", (y en nada me acuerdo de las meretrices, por otra parte dignas de todo respeto), iba creando su red de acólitos y deudores, entre sus amigos, colegas y demás, faltando en la mayoría de las ocasiones a la verdad y la justicia. No importaba la valía, ni la dedicación, esmero o calidad del trabajo ......... solo era importante lo bien que hicieras sentir a tu jefe, las alabanzas, lisonjas y otras galanterías con que pudieras obsequiarle. Y si eras del otro sexo ............. bueno, cada uno ya lo sabe.
En todos estos años, he conocido personas muy válidas, buenos profesionales, y muchos de ellos, amigos de verdad, de los de para toda la vida. Otros muchos, demasiados, miserables sin formación y casi sin cultura, maleducados, prepotentes, arrogantes y machistas, que habían sabido medrar como nadie entre los reinos fragmentados de jefezuelo pagados de si mismos, con el único mérito de ser amigo de o familia de ..... 
En el grupo he desarrollado mi vida entera, he ascendido hasta la jefatura, y ahora me voy, con agradecimiento, pero lleno de tristeza al contemplar la decrepitud de lo que un día fue mi casa.
Ojalá me equivoque, pero se empezarán a cerrar centros y negocios el próximo año, 2013........ en el inicio del final inevitable e irreversible. Horizonte 2020. ¿Apostamos?

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