viernes, 30 de noviembre de 2012

Los despedidos alertan de que el dueño de Fameca sigue la actividad en otra firma


Fabricaciones Metálicas Caldenses SL cierra y pone en la calle a sus 17 trabajadores que estaban en ERE - Les adeudan la extra de julio y las nóminas de octubre y noviembre


De nada sirvieron los esfuerzos de los trabajadores de Fabricaciones Metálicas Caldenses SL (Fameca) para evitar el cierre. Unos esfuerzos que incluyeron el instar, hace un año, un expediente de regulación de empleo (ERE) suspensivo. El pasado 13 de noviembre los diecisiete empleados que conformaban entonces la mermada plantilla de la empresa radicada en Caldas de Reis recibieron la carta de despido.
Estas rescisiones han sido recorridas ante el Juzgado de lo Penal al entender que son fraudulentas dado que los empleados tienen constancia de que el propietario de la empresa de calderería promueve la misma actividad industrial en una nueva firma asentada en el municipio.
Más de tres décadas de actividad acaban de una manera "poco clara" según enfatizaban ayer el responsable comarcal de la Federación de Metal de CIG, Marcos Conde y el delegado de personal Jesús Crespo, que atribuyen cuando menos a una "mala gestión" el desenlace.
Jesús Crespo recordaba ayer que Fameca llegó a tener medio centenar de trabajadores, todos de Caldas, y que a pesar de haber tenido en la última década abundante carga de trabajo la empresa ha ido de mal en peor. A mediados del pasado año, apuntaba, Fabricaciones Metálicas Caldenses SL adeudaba a los 21 trabajadores que tenía en nómina el salario de seis o siete meses, según los casos. Era una media de entre 8.000 y 9.000 euros y con esta deuda pendiente la plantilla planteó a final de año el ERE suspensivo que, de no haber sido despedidos, estaría aún vigente.
La deuda salarial citada fue saldada por la dirección de Fameca el pasado 31 de marzo "con parte del dinero que ganaron con la venta de la nave que, según los papeles, se hizo por 380.000 euros" indicó Crespo.
Desde entonces, sin embargo, han tenido, tiempo de acumular nueva deuda, ya que los diecisiete despedidos se quedan en la calle arrastrando los impagos de la extra de julio, el salario de octubre, los trece días de noviembre trabajados antes de recibir la carta de rescisión, además de la parte proporcional de la extra de navidad.
"Al principio eran cuatro socios en Fameca pero finalmente se ha quedado el hijo de uno de ellos gestionando la empresa" señalaba ayer Jesús Crespo, que critica de esta nueva dirección el empeño de "deshacerse de los viejos".
Jesús Crespo, delegado de Fameca y Marcos Conde, responsable de CIG-Metal. / Gustavo Santos

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