jueves, 15 de noviembre de 2012

Alta carga de trabajo y tasas más elevadas para los estudiantes


FORO UNIVERSIDADES | Valoración del alumnado

Alta carga de trabajo y tasas más elevadas para los estudiantes

  • La veintena de alumnos sondeados por este periódico detecta dificultades
  • Más estudiantes por clase y problemas de convalidación de titulaciones
Los alumnos, por lo general, no se encuentran muy conformes con el nuevo escenario de estudios. Desde diferentes ópticas, estudiantes de USAL, UVA, ULE y UBU expresan a EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN sus posiciones.

Salamanca

Melanie Schwingammer, alumna de Filología, subraya que el Plan Bolonia pretendía facilitar la movilidad entre universidades europeas a la hora de convalidar créditos. "En España, al haberse aprobado grados de cuatro años frente al sistema tres más dos de otros países, resulta más complicado todo lo que tiene que ver con las convalidaciones. Uno de los principales atractivos de este nuevo ordenamiento no se ajusta con la realidad", asegura.
Manuela Ramos, que estudia Traducción, ha conocido el antiguo y el nuevo sistema. "En muchos casos, no hay gran diferencia entre lo nuevo y lo viejo. La mayoría de los profesores sigue métodos tradicionales y, por otra parte, los alumnos no siempre estamos dispuestos a cumplir con las exigencias que supone una evaluación continua y la asistencia obligatoria a las clases", dice.
Carlos González acaba de entrar en Ciencias y apenas encuentra diferencia con la forma de estudio de su colegio. "La evaluación continua lleva conmigo años y no me supone esfuerzo añadido. Quizás note el cambio más en el estilo de dar las clases, o en la exigencia de los exámenes, pero por ahora no me supone ningún problema", comenta.
Ana Ruano lleva varios años estudiando Farmacia. «Hay mucho discurso y menos realidad. Algunos profesores apenas han cambiado la forma de impartir clases y de evaluar», sentencia.

Valladolid

"Nos tendría que favorecer a los universitarios españoles por igualarnos a los europeos, pero la manera de hacerlo no creo que sea la más adecuada". David García López, que finaliza 2º en el grado en Ingeniería Mecánica en la Universidad de Valladolid, prefiere, en términos de trabajo, el método nuevo, ya que obliga a los alumnos a llevar el estudio "al día".
Sin embargo, junto a la mala planificación del calendario -más carga en menos horas, comenta-, se suma el incremento de tasas y el sistema de convalidaciones. "Con 12 asignaturas de nueva matriculación me ha costado 1.800 euros y en el plan anterior 13 asignaturas fueron 1000". Además, "para convalidar seis créditos necesitas tres asignaturas, 15.25 créditos" y se quedan otras sin convalidar.
En esa línea plantea sus críticas su compañero David García Domínguez: "Beneficioso o no es pronto aún para saberlo, pero negativo... probablemente: más costes, más tiempo y ampliación para máster. ¿Resumen? Más dinero". Jorge de Castro, ya en la recta final de Educación Primaria, cree que "está evolucionando de forma correcta, aunque lenta" y "deberían centrarse en formar a los profesores sobre cómo impartir clases en este modelo". Jorge valora la importancia que el EEES le da al trabajo práctico, "pero se debe hacer de forma responsable y no siempre es así".
Un punto de descontento entre el alumnado es la incapacidad de superar aquello de las aulas con muchos alumnos, tal y como propone Bolonia. Así lo manifiesta Miguel García, a caballo entre 2º y 3º del grado en Químicas.
Mientras, su compañero Javier Rodríguez, en 3º, cree que hay "pocas ventajas respecto a la licenciatura" porque, por ejemplo, "muchas asignaturas anuales han pasado a ser ahora cuatrimestrales y hay menos preparación para esas asignaturas".
Beatriz Cisneros, alumna de segundo de Ciencias e Historia de la Música, ya diplomada anteriormente, ve "pocas diferencias" entre el plan antiguo y el nuevo: «Lo veo todo igual», sentencia.

León

Los alumnos consultados en la Universidad de León lo tienen claro: no les gusta el Plan Bolonia. El aumento de las prácticas, la obligatoriedad de asistir a las clases o la reducción de becas son las principales quejas. "Me parece una falta de capacidad educativa equiparable a la del instituto o el colegio, con exámenes cada poco tiempo y con asignaturas carentes de contenido esencial", apunta sin tapujos David Martínez, estudiante de Ambientales.
También Marta Álvarez, alumna de Derecho, confirma que no tiene "casi tiempo para estudiar", al tener todas las tardes clases prácticas. La mayoría confiesa que es más fácil aprobar por la evaluación continua, una de las bases sobre las que se asienta este nuevo modelo, pero que es imposible compatibilizarlo con un trabajo, aunque sea a media jornada debido a la "fiscalización" de la asistencia al aula que cuenta para la nota final. "Además, te piden demasiados trabajos en grupo, por lo que el presentarlo en clase de manera expositiva también se complica", lamenta Blanca Villalba, estudiante del grado de Relaciones Laborales.
Del mismo modo, otras carreras que se han caracterizado por la carga de docencia dentro de un laboratorio protestan porque se ha reducido el contenido de muchas asignaturas. "Antes tenías Microbiología, por ejemplo, que era anual y ahora, con el grado, se ha dividido en varias cuatrimestrales, es una locura", explica Jorge Seco, un estudiante de Veterinaria.

Burgos

Para José Enrique Alonso, de la Plataforma Estudiantil de la UBU, Bolonia es: "Mercantilización, elitización y precarización". "Se pierde financiación pública gradualmente para permitir el acceso a empresas privadas".

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