Liberbank no aplicará despidos a sus trabajadores, sino suspensiones

Gloria Pajuelo

El presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, ha asegurado este lunes que no habrá despidos en Liberbank, grupo al que pertenece la entidad extremeña, sino que se producirán suspensiones de contratos durante tres años.

Víctor Bravo y Francisco García Peña. DEx.

“El objetivo inicial” del plan de ajuste laboral de Liberbank -ha explicado Víctor Bravo- es que no haya despidos, sino suspensiones de contratos durante tres años a razón del veinte por ciento de contratos por año.

Bravo ha realizado estas declaraciones en la Comisión de Economía del Parlamento de Extremadura, donde ha informado del proceso de transformación de la Caja que preside en banco, su posterior unificación y la ruptura del proceso de fusión de las entidades Liberbank, Caja 3 e Ibercaja, así como el nuevo escenario que se presenta para la Caja.

Durante su primera intervención, el presidente de Caja Extremadura no ha aclarado ninguno de los interrogantes planteados por los Grupos Parlamentarios de PP, PSOE e IU, relativos a cuántos puestos de trabajo se quedarán en el camino tras el proceso de fusión, se seguirá manteniendo la Obra Social y cuál es la situación actual de la entidad extremeña.

Los diputados, así como los medios de comunicación, han tenido que esperar a su segundo turno de palabra, donde Bravo ha despejado algunas incógnitas, pero sin aclarar ni aportar muchos detalles.

En concreto y por insistencia de los Grupos Parlamentarios, se ha referido al plan de reestructuración que hay encima de la mesa, del que ha dicho que el Consejo de Administración de Caja Extremadura no tiene ninguna competencia sobre esta cuestión, competencia que es exclusiva de Liberbank.

No obstante, ha informado de que dicho plan contempla medidas de carácter temporal de entre tres y cuatro años, y el resto de medidas están abiertas a la negociación. Aquí ha especificado que el “objetivo inicial” es que no haya despidos, sino suspensiones de contratos durante tres años a razón del veinte por ciento de contratos por año. Lo que se conoce cono Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

“Se está buscando el mejor camino para mantener esos puestos de trabajo”, ha asegurado Bravo, que ha apostillado que “el Grupo tiene que ser competitivo, y si no es así malamente estaremos defendiendo el empleo”.

Sobre la Obra Social que lleva a cabo Caja Extremadura, Víctor Bravo ha dicho que “la Obra Social no está en peligro estemos en un sitio u otro, sino que depende de los resultados que se obtengan”.

En definitiva, ha subrayado que “Caja Extremadura es un negocio de confianza y, por tanto, los clientes nada tienen que temer”.

Bravo ha aprovechado la oportunidad para negar algunas informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación, en las que se le acusa de cobrar 400.000 euros al año más 60.000 euros en un plan de pensiones. Aquí ha manifestado que “yo no cobro nada de Caja Extremadura, sino que mi retribución en esta Caja está en suspenso, porque cobro de la entidad central, esto es, Liberbank”.

CAJA BADAJOZ

Tras Víctor Bravo, ha comparecido el presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, cuya entidad pertenece en la actualidad a Caja 3 y de la que ha dicho que es “viable, solvente, que tiene una holgada liquidez y que genera beneficios”.

Finalmente, ha informado de que en Caja 3 se realizó un acuerdo laboral, firmado en diciembre de 2010, que supuso el consiguiente ERE en 2011 que afectó a 273 empleados de dicha entidad en toda España. Las medidas adoptadas consistieron en prejubilaciones, movilidad geográfica, bajas indemnizadas, suspensiones de contratos compensadas y reducciones de jornadas, medidas todas ellas- ha concluido- de carácter voluntario.